jueves, 29 de enero de 2009

Conversaciones de fin de Mes

Volviendo a lo del príncipe, los sapos, la perfección imperfecta y la divina proporción... cuando pienso en los sapos, juro que son mas divertidos que los principes, me hacen reir, me dejan ser libre, aunque hay principes que son verdes y parecen sapos, solo es cuestión de acondicionarles el color, pintarlos un poco con puntitos, para que tambien te dejen ser libre. La perfecta imperfección no coincide con la perfecciòn imperfecta, lo imperfecto perfectamente calza mis deseos, lo poco ortodoxo deja al descubierto que ese alguien tambien es vulnerable, mientras que la perfección imperfecta solo es perfección disfrazada, con una pata de palo o un ojo de vidrio. Y la divina proporción... Leonardo Da Vinci encontraba hermosa la proporcionalidad, exactitud ante todo, yo no logro ver hermosa la simetria de las situaciones, y peor aún delas personas, afirmo que tengo 2 cm menos de nariz, y un brazo mas largo que el otro, que la palma de mi mano no mide cuatro dedos, y que respecto a las situaciones de preferencia me gustan los caminos con muchas curvas, porque la linea recta me conduce a la rutina.

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