los pensamientos y los razonamientos
luchan contra los deseos,
es una de esas guerras en que uno nunca sabe
cuál de los dos es el bando de los buenos,
el cuartel cerebro lucha por ganar territorio,
ataca donde a los deseos les duele mas,
ataca con palabras, coarta los actos
y analiza los hechos,
tiene un lado inquebrantable,
se siente dueño completo del territorio.
Los deseos despachan misiles llenos de pasiones,
y granadas de sentimientos,
no se sienten dueños del territorio
pero creen que lo van ganando de a poco.
Nos acostumbramos al límite,
ahora adoptamos como normal la idea de que,
el equilibrio perfecto es vivir con la batalla
entre la locura y la cordura,
cuando el punto exacto de demencia radica
en el total de veces que creemos que,
luchar contra los sentimientos es mas sano que dejarse
llevar por un momento de locura.
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