sábado, 27 de junio de 2009

El camaleón y la chica de la sonrisa falsa

Había una vez, una chica que estaba intentando no ser encontrada, hizo de todo para pasar desapercibida, y así lograr su objetivo... Una tarde mientras decidió incorporarse en un país chiquito, lleno de gente común, pudo divisar a lo lejos a una persona indescriptible, que usaba un camaleónico traje y se mimetizaba con la pared principal del lugar, desconcertada por lo que había encontrado, ella decidió simplemente observar, para ver cuantas formas era capaz de tomar ese "aquel".
La primera forma, azul y despreocupada, era parte del lugar, no tomaba actitud alguna, simplemente estaba ahí, siendo una columna mas, buscando el sitio adecuado para también dedicarse a observar, pero sin involucrarse demasiado... Tan pronto como se percató de la mirada de aquella chica, dejó de ser de cemento azul despreocupado, y pasó a ser de cristal, intocable, invisible, impenetrable, se perdió en ese lugar, lleno columnas y paredes, en ese, el país chiquito.
La segunda, después de que la chica decidió acercarse un poco, para tener un mejor ángulo de su observación, pudo ver que era un plástico maleable, un poco suave al tacto, pero también era frío, no pudo esconderse para ser parte del vidrio, y por primera vez, al mirarse ella decidió dejar de esconderse, aunque prefería pasar desapercibida, y no ser observada por todos, tal vez solo por "aquel".
La tercera, fue menos impactante, sus piernas eran de banca, de una madera fina, pero su torso era humanado, casi real, sus gestos seguían siendo escondidos, escondidos por una cortés sonrisa, con la que intentaba descubrir porque la chica quería pasar desapercibida, a cada instante la miraba, con lo único real que ese "aquel" poseía, sus ojos eran ventanas abiertas, que no estaban cubiertas por el traje, y apenas descubrió que ella también se escondía, decidió que era tiempo de que por las mismas razones, podían esconderse juntos.
"Aquel" sin su traje, decidió deambular al lado de ella por un corto instante, prefirió ser solo un ÉL, y no un "aquel disfrazado de camaleón", por unas pocas horas, simplemente eran una chica y un chico, encontrados-escondidos, sin mas que un café y un par de cigarrillos, hablando como si nada mas importara, prefiriendo juntos, distantes del mundo, del país chiquito que los rodeaba, que los empujaba a no ser ellos, a disfrazarse, ella de mujer extraña, y el de entorno feliz.
Pero ese ÉL que tanto tiempo se cubrió con su traje, simplemente se sintió vulnerable sin ser camaleónico, y sin pensarlo dos veces, se volvió a vestir con varios trajes, cada uno para no ser descubierto en perfección, para que no lo conozcan, para volver a ser enigmático, agudo, volvió a ser desapercibido, ser "aquel" pudo mas que ser ÉL, mientras ella de a poco, volvía a sentirse detrás de un cristal, ajena a todo lo que podía ser parte de ser camaleón, y también decidió disfrazarse, ponerse mascarás cada día, para no ser encontrada nunca mas, y poder estar siempre mirando de lejos.
Y así, caminan ambos, AQUEL escondiéndose bajo un traje que le permite ser todo y a la vez ser nada, y AQUELLA, con varias mascaras de fino maquillaje, se dibuja una sonrisa, para esconderse de sus propios sentimientos.
Jamás serán uno, ÉL porque tiene miedo de ser vulnerable, y ELLA porque no sabe como serlo.

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