domingo, 18 de julio de 2010

Cerrando círculos: 1. Libertad del corazón

El ancla de un barco es igual al ancla sentimental que nos ponemos a veces, en mi caso, la mayoría del tiempo, es pesada, detiene el curso marcado y hace que toda la nave se vuelva lo suficientemente pesada para detener una vida. Hace poco un amigo me dijo que no es lo mismo estar soltero, a estar soltero psicológica y sentimentalmente. Hasta hace unos meses yo mantenía un dialogo conmigo misma, hablaba del nivel de tóxicidad que podía tener al estar con alguien, según yo, era lo suficientemente alto como para envenenar a todos los pobres individuos que me rodeaban, cosa que no era del todo loca, me esforcé tanto en desinteresarme por todos, que logre armar un muro de concreto a mi al rededor, vinieron todo tipo de arquitectos y constructores sentimentales, pero no lograron nada, es mas, creo que cada uno iba poniendo una piedra encima del muro, en fin, mi soltería sentimental y psicológica al parecer no se habían enterado que eran libres.
Los alcances eran bastante altos, creo que si los comparo con cifras de wall street, las acciones serían valoradas sobre las de la Microsoft. Y después de varios años de convivir con mil culpas, mil odios y mil rencores (3000 cosas que hubiera preferido liberar hace rato), hoy a las 00:00 cerré el primer círculo (el mas grande de todos).

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